La cantidad de luz necesaria en un espacio depende de las actividades que vayan a desarrollarse en él. Consideramos los niveles de iluminación adecuados para las distintas tareas que se vayan a realizar en el espacio.

La temperatura de color de la iluminación puede influir mucho en el ambiente y la sensación que transmite el espacio. Una iluminación cálida puede crear un ambiente acogedor, mientras que una iluminación fría puede ser más energizante.

Consideramos soluciones de iluminación energéticamente eficientes para reducir los costes de energía y minimizar el impacto medioambiental del proyecto.

Diseñamos el proyecto para garantizar que todas las zonas estén bien iluminadas y que no haya zonas de sombra o deslumbramiento que puedan suponer un riesgo para la seguridad.

El diseño de las luminarias debe complementar la estética general del espacio y realzar su atractivo visual.

No nos olvidamos de la facilidad de mantenimiento y sustitución de las luminarias para garantizar que la iluminación siga siendo funcional con el paso del tiempo.

El IRC es una medida de la precisión con la que se representan los colores de los objetos bajo una fuente de luz determinada. Tenemos siempre presente la importancia de elegir una iluminación con un CRI alto, especialmente en espacios donde la precisión del color es crucial, como galerías de arte o estudios de maquillaje.

Seleccionamos el ángulo del haz en función de la finalidad del espacio y del efecto de iluminación deseado. Un ángulo de haz estrecho es adecuado para la iluminación de acento o para resaltar características específicas, mientras que un ángulo de haz más amplio es mejor para la iluminación general.

Tenemos en cuenta factores como los ritmos circadianos, deslumbramiento, parpadeo, temperatura de color y radiación UV para crear proyectos de iluminación que promuevan la salud y el bienestar.